La Marina II

Recorrer los pasillos y estancias de este sanatorio es todo un privilegio. Aunque reconozco que es una lástima no haberlo hecho al poco tiempo de clausurar el recinto. Vayamos a por un poco de historia, Terminado en 1949 y basado en un proyecto de los años 30, aunque modificado para sumar alguna planta más, abrió sus puertas con el objetivo principal del tratamiento de la tuberculosis para la Armada , tras un par de remodelaciones posteriores llegó a contar con 202 camas. Tras la desaparición de la necesidad de su primigenio fin dado el tratamiento existente para la enfermedad para la que fue ideado se especializó en neumología hasta su cierre en el año 2002. EL estado actual del edificio es realmente lamentable, la acción del vandalismo es cada día más evidente y poco a poco lo que queda de su pasado va siendo expoliado o destruido. Aun así son muchas las personas que se adentran en este lugar buscando la captura de algún fenómeno anómalo, y muchos los testigos que aseguran haber vivido allí sucesos de esa índole.

Una gavia de transporte de sabanas y enseres espera aun volver a ser utilizada.

Lugar donde se estuvieron almacenando documentos destruidos aunque algunos se salvaron para mostrarnos su información

Documentos esparcidos sobre el suelo referentes al servicio de ambulancia del hospital.

Un altillo utilizado seguramente como almacén de enseres, cerca de la sala de calderas.

La sala de calderas, el óxido en las tuberías y válvulas, La ausencia de las tapas frontales dejando expuestos los intercambiadores al aire hacen totalmente inviable que estas algun dia sean capaces de funcionar como antaño.

Otro de los pasillos, recorrerlos aun con luz diurna es una experiencia sobrecogedora.

. Pintadas y oscuridad al fondo es lo que te acompaña de forma constante en el enclave.

Los baños de las habitaciones totalmente equipados eran un autentico lujo con bañeras largas y espaciosas.

Un retrete con los signos evidentes del intento de robo de las tuberías que pasaban por la pared.

Uno de los pocos armarios que quedan en los cuartos de baño del edificio.

El estudio fotográfico del hospital

Francamente, sí.

Las escaleras que comunican las plantas en algunos casos han perdido todo el guardamanos, pero aun así su presencia es impactante.

Emblema en el suelo de la capilla, bien conservado el mosaico nos deja apreciar sus detalles.

El altar

Una vista desde la entrada de la capilla entrar en ella y sentir sobrecogimiento es inevitable.

Los armarios de las dependencias del Capellán, contiguas a la capilla.

Bañeras de dos habitaciones antes separadas por un muro ahora disfrutan de su mutua compañía.

Hay ciertas pintadas en las habitaciones que llaman especialmente la atención, esta es una de ellas.

Un uniforme en el suelo, con restos de más elementos del personal del hospital, parece que en algún momento vayan a tener movimiento propio.

La caída por el hueco de uno de los ascensores que están sin puertas en las instalaciones ahora abandonadas.

Detalle de la polea del ascensor.